determinantes de salud

Salud, alimentación y autoconcepto

Mi objetivo con este artículo es que nos paremos a hacer balance y que nos replanteemos los objetivos y motivaciones relacionados con la salud, alimentación y autoconcepto de cara al comienzo de un nuevo año en el que tenemos puestas unas expectativas muy altas.

El 2020 ha sido un año muy especial y no lo digo solo por la pandemia,  en el ámbito de la nutrición considero que ha sido un año importante. Se han puesto de moda temas como la vitamina D, la alimentación y el sistema inmune. También se ha hablado mucho de bodypositive y de la anticultura de dieta, temas que están a la orden del día en RRSS. En cuanto a estos temas tengo sentimientos encontrados porque creo que a veces pueden malinterpretarse y convertirse en palmaditas en la espalda y conformismo, aunque no sea ese el mensaje que se quiera dar.

Sin embargo me gusta que nos alejemos del pesocentrismo en nutrición y que tanto profesionales de la salud como los que no lo son vean más allá de números en la báscula y de contar calorías. La evolución en salud, en relación a la alimentación y el ejercicio, no se refleja solo en el peso y en las medidas.

Esto ayuda a ver la nutrición y la salud de forma holística que aunque suene muy exótico sería como creo que todos deberíamos ver la salud, aunque no llevemos un cartelito en la frente indicándolo.

Determinantes de salud

El objetivo de enfocar la alimentación de una forma holística sería la búsqueda de la salud tanto física como psicológica, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influir en ella más allá de la alimentación como la genética, el ejercicio físico, el descanso, la exposición a la luz solar, entorno, autoestima, vida social…

En este esquema podemos ver todos los determinantes de la salud, podéis ver la imagen en tamaño póster en goinvo.com

Determinantes de la salud

Todo esto no implica que el peso y la composición corporal no sean factores a tener en cuenta, aunque no sean lo único en lo que debamos poner nuestra atención. Considero que para entender que el peso no lo es todo, será necesario hacer más hincapié en mantener un tejido adiposo saludable, preocuparnos por nuestra masa muscular, por la fuerza y por nuestra salud ósea sin olvidar la salud de nuestro cerebro y de todos nuestros sistemas, especialmente el hormonal y el digestivo.

Algunos estudios sobre estilo de vida, autoconcepto e imagen corporal

Más allá de la salud, la estética es un factor también a tener en cuenta. De hecho vernos y sentirnos guapos y guapas, tener un buen autoconcepto va más allá de esos números en la báscula, de la forma de nuestro cuerpo y de nuestro tamaño. Aunque es cierto que adelgazar, mejorar la composición corporal también puede ayudar.

Por ejemplo, en este estudio se analizó el impacto de un programa de salud sobre el perfil metabólico y el autoconcepto en una muestra de 842 adolescentes con obesidad. El programa consistía en una intervención durante 14 semanas, un grupo de adolescentes recibía orientación nutricional y realizaba actividad física, otro grupo además de esto recibía también fototerapia. Ambos grupos se compararon con un grupo control y se concluyó que la orientación nutricional y la actividad física con o sin fototerapia mejoraba el autoconcepto social de los participantes con respecto al grupo control, además de la mejora del perfil lipídico.

Tener un buen autoconcepto, es un indicador de salud mental y de satisfacción con la vida.

En esta otra investigación se analizó la relación entre la alimentación, el autoconcepto y la imagen corporal. En este caso el estudio se realizó sobre 1147 personas divididas en tres grupos, adolescentes, jóvenes y adultos. Para este la elaboración de este estudio se realizó un cuestionario sobre consumo y percepción de salud (drogas, sueño, alimentación, actividad física…). En cuanto a la alimentación se les preguntó cómo creían que era su alimentación en comparación con la gente de su edad. Los resultados de este estudio indicaron que las personas que piensan que su alimentación es más sana que la de los demás tienen un mejor autoconcepto y percepción de imagen corporal que los que creen que su alimentación es menos saludable.

Autoestima

Cuando intentamos mejorar o modificar nuestra estética lo que realmente estamos intentando mejorar es nuestra autoestima, nuestro autoconcepto y también la imagen que proyectamos de nosotros mismos.

Todos estos puntos también podemos trabajarlos en parte mejorando nuestro estilo de vida en general y en concreto nuestra alimentación. Por supuesto también podemos mejorarlos trabajando otros aspectos que aunque pueda parecer a simple vista no relacionados directamente con la salud sí que lo están de alguna manera.

Esos aspectos que mejoran nuestra autoestima, nuestro autoconcepto y lo que proyectamos están relacionados con cuidar nuestra imagen y estilo, mejorar nuestra forma física, en sentirnos enérgicos y llenos de vida, mantener los contactos sociales (no tiene por qué ser solo de forma presencial), el buen humor, simpatía, don de gentes, aumentar nuestra cultura, sabiduría y agilidad mental.

El hecho de cultivar todo esto nos hará más atractivos hacia los demás, al margen de la belleza o de los rasgos físicos que cada uno tenga por su genética que es lo único que no podemos cambiar.

Todo es cuestión de actitud

Al fin de cuentas todo es cuestión de actitud. Seguramente conoces a alguien que a simple vista te pareció muy guapo pero al escucharle hablar o ver como se mueve ya no te pareció tan atractivo. Quizás también te haya ocurrido lo contrario, una persona sin ser especialmente guapa, dentro de los cánones de belleza establecidos, te ha resultado atractiva por su sentido del humor, su simpatía, su forma de moverse o de hablar, en resumen por su actitud.

Cabe señalar que con cuidar la imagen y estilo no me refiero a seguir modas o tendencias ni a tener un estilo concreto, si no a tener un aspecto cuidado y limpio y el estilo e imagen con el que cada uno se sienta identificado, que exprese cómo se siente y cómo es o lo simplemente lo que le gusta o quiere transmitir.

Pautas básicas para sentirnos mejor cada día

En cuanto a alimentación y estilo de vida, algunas de las cosas que podemos hacer para mejorar nuestra vitalidad, nuestra forma física y con todo ello también nuestra autoestima y nuestra actitud ante la vida son las siguientes:

  • Exponerse a luz solar
  • Horarios regulares
  • Cuidar nuestros ritmos circadianos, estando en sintonía con las horas de luz y oscuridad.
  • Mantenernos activos con ejercicio físico programado (tanto cardiovascular como de fuerza) y no programado (subir escaleras, cargar bolsas de la compra, caminar más, hacer las tareas del hogar, etc…).
  • Llevar una alimentación saludable y nutritiva, en la que la base sean las verduras y hortalizas.
  • Dormir entre 6-8 horas

Realmente nadie está obligado a seguir una pautas, cada uno es libre de decidir si quiere hacer ejercicio o no, si quiere llevar una alimentación más saludable o no, tampoco nadie te obliga a que estés unos 15-20 minutos al sol cada día o a que sigas manteniendo tus actividades sociales, por ejemplo.

Sin embargo si realmente te preocupa tu salud y quieres sentirte lo mejor posible, aunque no se trate de hacerlo todo todos los días, ni de buscar una perfección que no existe, sí que es importante tener en cuenta estos puntos e intentar ponerlos en práctica.  El hecho de seguir esas pautas no implica ni obsesión ni restricción, aunque sí que puede suponer un poco de esfuerzo y constancia. Incluso habrá días que a pesar de tener ya los hábitos integrados nos dé pereza cocinar, o hacer ejercicio pero estaremos convencidos de que es lo mejor para nosotros.

Piensa en tu yo del mañana

La constancia se consigue teniendo objetivos claros a largo plazo. Por ejemplo mi objetivo personal intentando cuidar todo lo que está en mi mano cuidar, es conseguir la mejor calidad de vida posible, sentirme lo mejor posible durante el tiempo que viva. Como se suele decir, lo importante no son los años de vida, si no la vida de los años.

Voy a poner un ejemplo, ahora que se habla tanto de la rutina de limpieza de la piel, creo que  en este sentido es fácil de entender que hay que ser constante. Si un día no sigues esa rutina al pie de la letra no vas a tener la piel más fea para siempre, ni te van a salir un montón de granos o arrugas antes de tiempo.

Cuando se siguen esas pautas de cuidado de la piel, esa rutina se hace con un objetivo a largo plazo pero también se nota a corto. Cada persona necesitará unos cuidados específicos, algunos más que otros menos, unos tendrán la suerte de tener una piel más agradecida por su genética y otros no tanto. Con la alimentación ocurre lo mismo y también con el ejercicio. Pero en cualquier caso, el punto fundamental, es que hay que tener interés en hacerlo y pensar en nuestro yo del mañana.

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