A nivel científico se denomina falsos delgados o skinny fat en inglés a personas con apariencia delgada o que se considera que tienen un peso «normal» en relación a su estatura pero que presentan características relacionadas con la obesidad. También se les llama TOFI thin outside, fat inside que se traduce como «delgado por fuera, gordo por dentro».
Una de las características más importante a nivel clínico de este tipo de personas es la acumulación de grasa visceral. La grasa visceral es la que se acumula alrededor de órganos como el hígado, corazón y páncreas. Este tipo de grasa no supone un problema estético, ya que no se ve a simple vista como ocurre con la grasa subcutánea. Sin embargo aunque no se vea, es la más peligrosa ya que es más activa metabólicamente. Este último punto es importante ya que muchas veces parece que se nos olvida que la grasa no es un tejido inerte, es un órgano endocrino. Esto implica que a más cantidad y más actividad metabólica, habrá una mayor producción de adipoquinas, un aumento de la actividad pro-inflamatoria y alteraciones en la sensibilidad a la insulina.
Este es uno de los motivos que hacen que los falsos delgados tengan riesgo de diabetes y enfermedad cardiovascular. Además estas personas con apariencia delgada pero con riesgo metabólico podrían no presentar otros marcadores sanguíneos asociados como el colesterol LDL (el malo) o los triglicéridos elevados que podrían ser una señal de alarma.
Infradiagnóstico de los falsos delgados
La grasa visceral puede verse a través de métodos como la radiografía, ultrasonido o la resonancia magnética. Sin embargo estas técnicas de diagnóstico no son algo que se haga de forma rutinaria a todo el mundo. Por eso la realidad es que los TOFI están infradiagnosticados.
Por otro lado, además de la grasa y su distribución, también es muy importante la cantidad de masa muscular y la fuerza. Estos dos factores se pueden considerar mejores indicadores de salud y calidad de vida que los resultados de una analítica por sí solos. Por supuesto, la fuerza y la masa muscular también son mejores indicadores que el famoso IMC (Índice de Masa Corporal), que solo tiene en cuenta la altura y el peso.
Este es uno de los motivos por los que las personas activas y que mantienen una alimentación saludable pero que tienen sobrepeso tendrían mejor salud que personas de apariencia delgada pero sedentarias y con una mala alimentación.