Existen muchos mitos en torno a los efectos de la alimentación sobre el acné, que si los lácteos provocan acné, que si el chocolate, que si los dulces, que si las grasas…
Realmente los estudios que han investigado los efectos de distintos tipos de alimentos y patrones dietéticos (totalidad de la dieta, todo lo que se come) sobre el acné, tienen sus limitaciones, ya que se trata de una afección multifactorial y es muy difícil saber si un alimento concreto o un tipo de alimentación favorece o no su aparición. Por este motivo la asociación entre el acné y la dieta no es del todo clara, sin embargo sí que existe cierta evidencia.
Aunque el acné pueda parecer un problema meramente estético, si no se trata adecuadamente, puede ser muy molesto, perjudicar la imagen del individuo, incluso llegando a causarle trastornos psicológicos.
Además puede conducir a la aparición de cicatrices permanentes. Por lo tanto, esta afección dermatológica podría llegar a mermar la autoestima de las personas que la padecen afectando a su calidad de vida.
Así que, siendo un tema que preocupa mucho, en el presente artículo te cuento un poco más sobre qué es el acné, el tipo de alimentación y alimentos que pueden favorecer su aparición y otros factores que pueden influir.
¿Qué es el acné?
El acné es un trastorno cutáneo frecuente. Se trata de un trastorno inflamatorio crónico, en el que se produce una hiperfunción de la glándula sebácea influida por la acción de hormonas androgénicas (hormonas masculinas).
Esta patología dermatológica engloba tanto los poros obstruidos como puntos negros o espinillas y puntos blancos, así como los granitos y protuberancias más profundas como pústulas, quiste y nódulos que se pueden producir en la cara, cuello, pecho, espalda, hombros e incluso en la parte superior de los brazos.
Durante la pubertad es cuando suelen aparecer los primeros síntomas del acné, aunque cada vez hay un mayor número de personas adultas, la mayoría mujeres, que lo padecen.
En los adolescentes el acné suele ser fisiológico, por el aumento de la secreción de hormonas androgénicas durante esta etapa de la vida, aunque el hecho de que sea fisiológico no implica que no se le deba dar importancia y tratarlo adecuadamente.
También es frecuente un empeoramiento del acné durante la fase premenstrual y/o durante la menstruación, así como antes de la menopausia, durante el embarazo, ya que durante estos periodos se producen fluctuaciones hormonales con un aumento en los niveles de hormonas con actividad andrógenica. También puede aparecer acné cuando se toman anticonceptivos de solo progestina (minipíldora).
En las mujeres adultas los factores que parecen estar más implicados en el desarrollo del acné son la predisposición genética, la dieta, el consumo de tabaco (aunque no está claro), el estrés crónico, los cosméticos y los medicamentos.
¿Por qué se produce?
Existen cuatro factores principales que intervienen en el desarrollo del acné: el aumento de la secreción sebácea, colonización bacteriana por Cutibacterium acnes (antes conocido como Propionibacterium acnes), hiperqueratinización folicular que lleva al taponamiento del folículo y a procesos inflamatorios complejos que involucran tanto a la inmunidad innata como a la adquirida.
En cuanto a la colonización bacteriana, no estaría solo relacionado con C. acnes, de hecho parece que se debe principalmente a una pérdida de equilibrio entre los diferentes tipos de microorganismos presentes en nuestra piel. Esto produce una disbiosis en el microbioma de la piel lo que desencadena una activación del sistema inmune innato y conduce a la inflamación cutánea.
Por otro lado, se ha descubierto que el microbioma intestinal que interacciona con el microbioma de la piel, también está involucrado en el acné.
Eje piel intestino
A la interacción que existe entre la piel y el intestino se le denomina eje piel-intestino.
Las alteraciones del microbioma gastrointestinal con un aumento de la permeabilidad intestinal generan una inflamación sistémica que desencadena la aparición de acné. Un ejemplo de causa que puede provocar alteraciones en el microbioma intestinal es la hipoclorhidria, frecuente en personas con acné.
La hipoclorhidria es la disminución de las secreciones gástricas de ácido clorhídrico, lo que puede causar la migración de bacterias del colon al intestino delgado, lo que lleva a alteraciones del microbioma y sobrecrecimiento bacteriano colónico. Esto genera daño en la pared intestinal provocando inflamación sistémica que a su vez generaría alteraciones en el microbioma cutáneo.
Además, el microbioma intestinal influye en el estrés oxidativo, el control glucémico y el metabolismo del tejido adiposo, lo que a su vez tiene su efecto sobre la producción de hormonas androgénicas y las glándulas sebáceas de la piel tienen receptores para estas hormonas.
No debemos olvidar que la piel es el órgano más grande nuestro cuerpo y que todo está conectado en él.
¿Cómo saber si mi problema de acné es hormonal?
El acné siempre es hormonal, puede deberse a alteraciones hormonales fisiológicas como ocurre durante la pubertad o bien a otro tipo de alteraciones hormonales.
Por lo tanto lo importante no será saber si el acné es hormonal o no, siempre tendrá un componente hormonal, si no averiguar qué es lo que ha desencadenado esa alteración hormonal.
Como ya se ha mencionado, el aumento de la producción de andrógenos o hiperandrogenismo es uno de los factores que influyen, la causa más común de hiperandrogenismo es el SOP. En las mujeres los andrógenos derivan de tres fuentes principales, los ovarios, las glándulas suprarrenales y la piel.
Sin embargo, la producción de sebo mediada por andrógenos es una condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo del acné.
Además, cuando el hiperandrogenismo está presente, generalmente se asocia a otros signos clínicos como el hirsutismo (crecimiento excesivo de vello en mujeres) alopecia androgénica, seborrea, trastornos menstruales (amenorrea u oligomenorrea), virilización (gravedad de la voz, aumento de la masa muscular, disminución del tamaño de los senos), disfunción ovulatoria, infertilidad y síndrome metabólico.
Influencia de la alimentación en el acné
Es importante aclarar, que realmente ningún alimento o patrón dietético concreto causa acné por sí mismo, pero sí que pueden empeorarlo en personas con tendencia acneica. Por lo tanto no estigmaticemos a las personas que sufren de esta afección dando por hecho que si una persona tiene acné es porque «come mal» o «no se cuida» o porque como ya se ha mencionado son muchos los factores que pueden influir.
Dieta occidental
Como ya se ha comentado, la asociación entre el acné y la dieta aún no está clara. Sin embargo parece que la denominada dieta occidental, que consiste en un alto consumo de calorías, una alta carga glucémica, un alto consumo de carne y grasas y un alto consumo de leche de vaca y productos lácteos, puede estar asociada con brotes de acné en personas predispuestas.
Este tipo de alimentación, favorece la elevación de la concentración de glucosa en sangre e influye sobre hormonas como la insulina, el factor de crecimiento similar a la insulina tipo 1 (IGF-1 por sus siglas en inglés) y en los andrógenos, todo ello promueve la aparición del acné.
El IGF-1 induce la proliferación celular, inhibe la apoptosis (muerte celular) de los sebocitos y queratinocitos (tipos de células de la piel) y estimula la producción de sebo.
Además las gónadas (testículos en los hombres y ovarios en las mujeres) tienen receptores tanto para la insulina como para el IGF1 (de ahí también que la alimentación, la resistencia a la insulina, el SOP y el acné estén tan relacionados).
Lácteos
El consumo de lácteos se ha asociado con niveles elevados de IGF-1 e insulina.
Además, la leche puede influir en la generación de comedones porque contiene andrógenos y otros factores de crecimiento que pueden contribuir al aumento de la producción de sebo por parte de la glándula sebácea.
Estos factores de crecimiento sobreviven al procesamiento, y en el caso del queso, la fermentación da como resultado la producción de más testosterona. Esto explicaría que sea precisamente el queso uno de los lácteos que más se relaciona con los brotes de acné.
Zinc
La deficiencia de este mineral también podría estar relacionada con el acné se podría valorar su suplementación (también se utiliza el zinc en tratamientos tópicos por su acción cicatrizante y antiinflamatoria, pero esto se sale de mis competencias como nutricionista).
Uno de los alimentos que más zinc contiene son precisamente los quesos, pero también lo podemos encontrar en las pipas de calabaza, semillas de sésamo, huevos, mariscos, carnes, avena, frutos secos…)
Vitamina D
Se ha observado un mayor déficit de vitamina D en pacientes con acné, por lo tanto serían interesante valorar la suplementación de esta vitamina.
Chocolate
El chocolate es uno de los alimentos que más se ha relacionado con los brotes de acné, pero esto estaría más relacionado con el azúcar que contienen algunos tipos de chocolate o incluso con los lácteos que pueden contener que con el chocolate en sí. No existe asociación entre el cacao puro o el chocolate con alto porcentaje de cacao y el acné.
Probióticos
La suplementación oral con probióticos se ha asociado con la mejoría del acné, aunque son necesarias más investigaciones sobre ello.
Grasas
Algunos ácidos grasos monoinsaturados como los omega 6 aumentan la producción de sebo (presente por ejemplo en aceite de girasol, carnes, embutidos) mientras que los ácidos grasos omega 3 (pescado azul, nueces, semillas de lino y chía) contribuyen a disminuir la inflamación.
No obstante, lo importante será el equilibrio entre los ácidos grasos, antes que evitar ciertos alimentos que pueden aportarnos nutrientes interesantes.
Frutas, verduras, frutos secos
Estos alimentos contribuyen a reducir los brotes de acné por su alto contenido en antioxidantes y también por la fibra que contienen que contribuyen a reducir el exceso de andrógenos y además la fibra soluble es un buen alimento para el microbioma intestinal y favorecer el crecimiento de «bacterias buenas». Un microbioma intestinal equilibrado será muy importante para mantener también equilibrado el microbioma cutáneo.
Otros factores que influyen en la aparición del acné
Además de la genética y la alimentación, otros de los factores que más influyen en el desarrollo del acné son los siguientes:
Factores genéticos
En cuanto a los factores genéticos, aunque el acné no es una condición hereditaria, su incidencia tiende a aumentar en los miembros de una misma familia. Además, la genética juega un papel innegable ya que influye en el número, tamaño y actividad de las glándulas sebáceas, también algunos genes actúan como mediadores en la liberación de hormonas, promueven la queratización folicular y regulan el sistema inmunitario innato.
Estrés
El estrés afecta a la secreción de varios neurotransmisores, citoquinas (proteínas pequeñas que regulan la función de otras células) y hormonas. La hormona liberadora de corticotropina (CRH), el cortisol y otros glucocorticoides se unen a los receptores de la piel y pueden empeorar las lesiones al promover un aumento de la secreción de grasa.
Además, ciertos genes asociados a la CRH se expresan a un mayor nivel en la piel afectada por acné que en pieles sin acné.
La privación del sueño también puede actuar como factor estresante, además tanto el estrés como la privación del sueño modifican las preferencias alimentarias (mayor preferencia por alimentos ricos en grasas y azúcares). Como puedes ver, esto es una cadena con un efecto dominó y un efecto tsunami.
Sol
El sol es un falso amigo porque en un primer momento, después de la exposición al sol ayuda a reducir levemente el acné. Sin embargo, después se produce un aumento de la producción de grasa por parte de las glándulas sebáceas lo que se traduce en un aumento de la capa córnea y en una alteración del microbioma de la piel. Todo esto lleva a un empeoramiento de la piel y en parte explica los brotes que se suelen producir después del verano, aunque esto también puede deberse a otros factores.
Condiciones climáticas
El calor, la humedad y la radiación ultravioleta también influyen en el estado de la piel y en la aparición de los brotes de acné.
Cosméticos
El uso de cosméticos inadecuados, una higiene incorrecta o insuficiente o por el contrario una higiene excesiva contribuyen en su desarrollo. También existen tratamientos cosméticos, dermatológicos y estéticos que pueden ayudar, por lo tanto es importante ponerse en manos de profesionales especializados.
Factores ambientales
Los contaminantes ambientales como la polución y el uso prolongado de pantallas también está asociado con un aumento del acné.
El acné en la consulta de nutrición
Desde la consulta de nutrición el objetivo principal será planificar una alimentación beneficiosa para el microbioma intestinal, reducir la carga glucémica de la alimentación (aquí puedo darte muchos «trucos» o estrategias que ayudan a reducirla), reducir aquellos alimentos o componentes de la dieta que están más relacionados con los brotes de acné, aumentar el consumo de alimentos beneficiosos y valorar suplementación individualmente.
También se dan otras recomendaciones relacionadas con el estilo de vida, como por ejemplo para mejorar la calidad de vida, reducir el cortisol, etc.
Además, si el acné fuera un signo de una patología como por ejemplo el SOP, el objetivo será dar pautas específicas para el tratamiento del SOP.
Como siempre se tienen en cuenta también los gustos, circunstancias, economía, etc., de cada persona de cara a la planificación.
Importancia del tratamiento holístico
Tratamiento dermatológico
Para tratar el acné será necesario acudir a un dermatólogo que realice un examen y diagnóstico del estado de la piel y pueda pautar los tratamientos adecuados de forma individualizada. También puede ser importante la revisión endocrina y ginecológica en el caso de sospecha de patologías como el SOP.
También es fundamental comprender que no existe «el milagrito», es decir no existe un único tratamiento efectivo para el acné, si no que el éxito estará en una combinación de tratamientos que aborden el acné y sus consecuencias estéticas (cicatrices, incluso daños psicológicos) de forma integral. Lo que quiero decir es que esto no se consigue solo con la alimentación o solo con un tipo de tratamiento estético, cosmético o médico.
Esto lo explica muy bien un libro que te recomiendo encarecidamente si tienes acné y/o rosácea (ambas afecciones suelen ir de la mano). El libro es «El acné y la rosácea» de la Dra. Cristina Eguren, dermatóloga.
Tratamiento psicológico
Por otra parte el tratamiento psicológico también puede ser muy importante tanto para tratar las causas de acné (estrés, gestión emocional), consecuencias (disminución de la autoestima), minimizar daños (ansiedad, control de impulsos y tocarse mucho la piel y los granos, por ejemplo).
Puede que te ayude a ahorrarte mucho dinero e invertirlo en lo que realmente te puede ayudar y no en mil potingues que quizás incluso lo empeoren aún más.
Y si después de todo que has leído sobre el acné y la alimentación necesitas ayuda, alguien que planifique la alimentación más adecuada para ti, soy la persona más adecuada para ayudarte porque como ya sabrás estoy especializada en salud hormonal femenina y como puedes ver muy actualizada en cuanto a la alimentación y su influencia sobre el estado de la piel.
Fuentes consultadas
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